Para qué y cómo meditar. Guía breve.

Para qué y cómo meditar. Guía breve.

Para qué y cómo meditar. Guía breve


La maestría o dominio de la mente podría ser uno de los objetivos a conocer de la Psicología y es lo que muchas veces se nos promete con la meditación. Pero también parece una meta lejana, casi inalcanzable, pero primero habría que ver si es posible controlar la mente y los pensamientos. Según la ciencia, el ser humano tiene control consciente aproximadamente sobre un diez por ciento de su capacidad, el resto permanece oculto como en la imagen conocida del iceberg.

Iceberg consciencia

 

Pero no es fácil tener cierto control sobre el mundo interno. Hay que hablar también de las dificultades. No estamos acostumbrados a estar con nosotros mismos, a mirar hacia dentro. Y si lo hacemos puede que no nos guste. Y si dedicamos 20 minutos para meditar, lo primero que puede venir a la mente es: que vaya pérdida de tiempo, con todas las cosas que hay que hacer. O vaya aburrimiento, o vaya sueño.

La mente parlotea consigo misma; recuerda el pasado (o más bien lo imagina, según el ánimo) planea el futuro, se posiciona a favor y en contra de esto…No es fácil domar al caballo.

La psicología pretende conocer el funcionamiento exacto de los procesos mentales pero éste se escapa. La mente está demasiado acostumbrada a estar activa sin cesar. Y además, pensamos de una manera determinada, y limitada. Es como un disco que contiene surcos, samskaras en sánscrito. Se forman con pensamientos que, por repetición, se hacen habituales. Inercias.

Control de la mente

Así que si la meta es controlar los pensamientos o llegar a poner “la mente en blanco” lo que pasará es que nos frustraremos. También si tenemos prisa por experimentar algún resultado. La meditación, sea cual sea la técnica, no vale para prisas ni para pretender el control absoluto de los pensamientos. Pero sí se puede adiestrar para tener cierto dominio sobre lo que permanece en nuestra mente.

Muchas veces nos enredamos en pensamientos recurrentes. O hilamos por asociación un pensamiento a otro y acabamos con un pensamiento al que no sabemos ni cómo hemos llegado. Y eso sí se puede detener siendo conscientes de que nos estamos yendo de un pensamiento a otro. Después de un buen entrenamiento en focalizar la atención, podemos manejar ese pensamiento automático con más facilidad.

Igual puede pasar en la meditación. Se puede empezar concentrándose en la respiración pero al poco aparecen pensamientos y la concentración se va. Volvemos una y otra vez, y aunque mantengamos esa concentración, seguirá habiendo pensamientos, sensaciones, percepciones… Aunque haya espacios vacíos, “en blanco”, huecos. Hay un silencio de fondo al cual podemos acceder, si lo entrenamos, en cualquier momento. En medio de la montaña o del metro.

Menos teoría y TODO práctica

Aunque para meditar las teorías cuentan muy poco, por si sirve de algo…A mí me costó mucho empezar a meditar, primero porque creía que no era para mí, que no iba a ser capaz de “parar la mente”.Empecé leyendo… pero no practicaba. Y leer en este caso no sirve de mucho, se necesita práctica y constancia. Es imprescindible, al principio, no abandonar ante las dificultades. Como algunos medicamentos, los primeros efectos que se suelen notar son los secundarios o no deseados. Es muy habitual y así me pasó a mí. En vez de relajarme, de notar esa paz mental, mi mente se aceleraba y me notaba inquieto.

Hay que tener paciencia. Al principio ,que es cuando más cuesta, lo más importante es la regularidad, idealmente cada día. En mi caso hasta que no practiqué un par de meses no empecé a notar realmente el beneficio de meditar. Eso sí, una vez que notas los beneficios, te puede cambiar la vida. La forma en que te tomas las cosas, la forma de ver el mundo, la vida y la muerte.

Los beneficios de meditar.

Parar. Escucharse. Conocerse. El silencio interno. Tener un espacio sagrado dentro, y no dependiente de lo que pase fuera. Puedes estar en medio del ruido, de la multitud y no sentirte perturbado. Detener la cháchara mental, que aunque es inevitable, no se alarga tanto como de costumbre.

¿Y me seguiré enfadando, alterando o entristeciendo si medito? Sí, pero es muy posible que se pase mucho antes.

Además la neurociencia ha confirmado los beneficios que ya conocían las tradiciones orientales, aumenta la neuroplasticidad y un mejor funcionamiento a nivel de neurotransmisores.

Distintos tipos de meditación

Se basan en los mismos principios, pero sus objetivos y técnicas varían. Hay muchos más, pero hablaré de los que conozco, he probado y me parecen interesantes,

Meditación samatha: Se recomienda como paso previo a la vipassana, centrando la atención en la respiración. Para favorecer la concentración en la respiración y no dispersarse, logrando una mayor paz mental.

Meditación vipassana: Basada en la tradición budista, cultiva la atención y ecuanimidad, enfocándose además en las sensaciones y discriminando los pensamientos que van apareciendo.

Meditación zazen. Original del budismo zen. Especial importancia a la postura que es imprescindible hacer correctamente. Como dice el maestro Deshimaru; «únicamente concentración en la postura, la respiración y la actitud del espíritu».

Meditación en sonido. Mediante la vibración que produce el sonido, favorece el estado meditativo.

Meditación en chakras. Recorrido por los distintos chakras del cuerpo. Se visualizan en formas y colores.

Meditación Vedántica. Usadas en la tradición hindú del Vedanta Advaita. De 2 tipos: Saguna, que significa con cualidades o concreta o Nirguna, sin cualidades o abstracta.

Saguna: Para la preparación del buscador en el camino del conocimiento, está en la naturaleza del pensamiento dirigirse hacia algo, Puede ser cualquier objeto; la llama de una vela o una pared blanca, un mantra o la respiración, el vacío o lo divino, el silencio. El propósito es aquietar la mente para reconocer lo que realmente soy. Sólo después de ese reconocimiento esencial, se está preparado para la meditación sin forma y abstracta, Nirguna. 

Meditación devocional. La práctica va dirigida a la divinidad elegida, puede ser en forma abstracta o concreta

Meditación Japa: de la tradición Hindú y budista. Basada en la repetición de un mantra con la ayuda de un mala (collar de cuentas) tradicionalmente 108 veces, que es un número sagrado en ambas tradiciones. La repetición del sonido del mantra ayuda a mantener la concentración en el momento presente.

También se medita en las enseñanzas del Vedanta, en una frase significativa, previamente se necesita una comprensión intelectual para después integrarla totalmente en uno mismo. Como ejemplo: por la vía negativa, para la desidentificación del ego: neti, neti, (no soy esto, ni aquello) . O afirmativa para reconocer la verdadera naturaleza del Ser: Aham Brahmasmi (Yo soy Brahman)

Sakshi Bhava. La actitud del testigo de nuestra actividad mental, como si se fuese el observador de una película.

Meditación dinámica. Ideada por Osho, enfocado a la mente occidental, mediante el movimiento físico en distintas etapas para lograr aquietar la mente.

Meditación y mindfulness. Basado en la meditación vipassana. Atención o conciencia plena. El mindfulness se ha convertido en una palabra muy conocida hoy (y a veces mal utilizada) El programa original de Jon Kabat Zinn se basa en ocho semanas de práctica y está especialmente orientado a facilitar la iniciación al occidental en la práctica meditativa. Puede ser una de las mejores formas de iniciarse. Jon Kabat-Zinn define Mindfulness como: “Prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”.

Se critica que algunos cursos de mindfulness orientados al consumismo o al uso materialista, haciendo un mindfulness para estar más presente en el trabajo, utilizando sus herramientas para ser más productivo.

¿Se enseña realmente a meditar?

Se dice que la meditación no puede enseñarse como tampoco puede enseñarse a dormir. No se aprieta un botón. El sueño se produce. Pero sí se puede establecer unas condiciones que lo favorezcan: entorno favorable, actitud, el estado mental, etc. La dieta adecuada también puede facilitar la práctica. Y es recomendable el ejercicio físico breve pero intenso antes de comenzar.

Guia básica de meditación

(basada en algunos pasos de Swami Vishnudevananda)

1. Regularidad. Para condicionar a la mente

2. El momento, por la mañana, preferible antes de la salida del sol.

3. El lugar. Reserva una habitación o rincón especialmente dedicado

4. Sentarte mirando hacia el norte o hacia el este, con la espalda recta, no tensa.

5. Ordena a tu mente que permanezca tranquila. Olvidando pasado, presente y futuro.

6. Regula conscientemente la respiración. Primero con una respiración profunda y abdominal, llevando al aire hasta un punto dos dedos bajo el ombligo. Durante un par de minutos, hasta hacer la respiración más superficial y regular

7. No luchar. Al principio la mente divagará de aquí a allá, de un pensamiento a otro, de una sensación a otra. Esta bien, se permite que ocurra. Ni se lucha contra ello, ni se agarra a ninguno de estos movimientos. Se puede visualizar como un cielo de fondo, en el que aparecen nubes pasajeras, que se diluyen o se van.

8. Selecciona un punto focal en el que la mente se pueda posar, puede ser el centro de las cejas, para los más intelectuales o el centro del pecho para los más emocionales. Se recomienda establecer este punto y no cambiarlo.

9.También te puedes concentrar en un objeto o símbolo mental como un mantra o una imagen.

Comienza con unos 15 o veinte minutos y poco a poco puedes ir aumentándolo. Es posible que aparezca un leve movimiento energético, oscilante, si es así permítelo. Si no hay ningún movimiento también está bien.

La mente-cuerpo no sólo se beneficia meditando, también necesita una mínima disciplina que favorezca el silencio y la calma como reducir internet, móvil, y si es posible apagar tv y noticias ampliando paseos por la naturaleza, o un parque cercano.

El estado de samadhi

La práctica continuada, constante poco a poco puede llevar a los distintos estados , según los hindues: abstracción de los sentidos (pratiahara) concentración (dharana) meditación (dhyana)y estado de superconciencia (samadhi)

Según dice Swami Vishnudevananda:

El estado de Conciencia Cósmica es algo sublime, que está más allá de toda descripción. La mente es incapaz de comprenderlo y describirlo. Inspira miedo, alegría y liberación del dolor, la aflicción y el temor. Confiere iluminación y sitúa al experimentador en un nuevo plano de existencia. Se experimenta un sentido de universalidad, una conciencia de vida eterna. No se trata de una mera convicción, sino que es una experiencia real de conocimiento. Es una Verdad absoluta, que se conoce a través del ojo espiritual, el ojo de la intuición.

Es interesante en cada persona buscar la forma de meditación más adecuada. En mis sesiones una parte muy importante es hacer regularmente esta práctica. Si te interesa puedes programar una cita rellenando el formulario o aquí.

 
 

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4 comentarios en «Para qué y cómo meditar. Guía breve.»

  1. Gracias, Carlos. Es muy interesante todo lo que nos cuentas sobre la meditación, pero qué difícil es llevarla a cabo cuando tienes la cabeza llena de cosas. Supongo que será cuestión de práctica.

  2. Muy buen artículo…!!! Desconocía que había tantas formas de meditar. Estuve un tiempo que no faltaba en mi día a día un rato para la meditación, pero al final por una cosa o por otra deje de hacerlo. Grave error, realmente es muy beneficioso al menos para mí. Lo bueno es que después de leer todo esto me he vuelto a animar y ya llevo unos días meditando, aunque me está costando, pero es lo que dices, hay que ser constantes para ver resultados. Un saludo y gracias por la info

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