Sueños lúcidos y realidad

Sueños lúcidos y realidad

Sueños lúcidos y realidad

 
El otro día tuve un sueño lúcido, era el primero que tenía después de muchos meses. No duró mucho, ya que fui perdiendo la lúcidez, se fue diluyendo y convirtiendo en un sueño normal. Así que cuando me levanté me puse a repasar las técnicas que pueden facilitarlo y libros sobre el tema.
 

¿Qué es un sueño lúcido?

Un sueño lúcido es aquel en que la persona es del todo consciente de que está experimentando un sueño, también se podría hablar de grados de lucidez pero en el auténtico sueño lúcido uno puede ser capaz de modificar y “crear” el tipo de sueño que quiere tener, hasta cierto punto.

El proceso de pensar es prácticamente igual, incluso puede haber nuevas formas de pensar y mayor capacidad para resolver problemas, hay memorias, capacidad de imaginar y creatividad.

Las percepciones son igual de nítidas (o más) que en vigilia, por ejemplo se pueden tocar diferentes texturas (esto me sorprendió al principio, tocar el frío, lo rugoso…). Aunque hay algunas excepciones, casi todos los soñadores lúcidos (onironautas) coinciden en que es complicado leer tan bien como en vigilia. El mismo texto leído 2 veces no coincide o las letras parece que bailasen.

El entorno también se puede crear a voluntad, y los personajes que intervienen también. Aunque no necesariamente en todos. Y no todo en los sueños lúcidos es perfecto, en mi experiencia y por poner un ejemplo… yo puedo volar pero también me puedo caer torpemente de un monopatín. 🙂

 

¿Cómo tener un sueño lúcido?

Es una capacidad que tienen algunas personas naturalmente y también se puede practicar y entrenar. Hay personas que han tenido lucidez desde siempre. En mi caso yo no practiqué mucho. De niño me daba cuenta de que era un sueño, a veces, cuando era una pesadilla. Entonces apretaba los ojos y me despertaba. O si en el sueño iba caminando por la calle y algo de lo que había me descuadraba, entonces me ponía a volar o abría un coche para conducirlo (que era mi gran deseo). Además tenía sueños que eran tan reales para mí que a veces me preguntaba, en la vigilia si eso era también un sueño… Poco a poco fui aumentando el grado de consciencia hasta que leí sobre los sueños lúcidos y leí sobre 2 técnicas: hacer comprobaciones de realidad y mirarse las manos.

Las comprobaciones de realidad se hacen tanto en la vigilia como en el sueño. Se trata de preguntarse profundamente: ¿estoy soñando o en vigilia? Puede parecer una tontería pero no lo es. Las diferencias se van desvaneciendo.

La técnica de mirarse las manos, acompaña a esta otra. Se empieza mirándose las palmas de las manos en la vigilia, mientras te preguntas si estás soñando, hasta que en el propio sueño recuerdas la técnica, te miras las manos y …puedes estar en un sueño lúcido!

Como entrenamiento también ayuda mucho llevar un diario de sueños, anotando al levantarse lo que se recuerda. Cuanto más escribes más se recuerda. Y cuanto más se recuerda más importancia se le da a los sueños y como consecuencia más fácil es poder tener uno lúcido. Hay otras técnicas que se describen en el libro de Stephen Laberge «Exploración de los sueños lúcidos» pero básicamente la claves es poner nuestra atención al mundo de los sueños.

¿Para qué sirve?

Para muchas cosas, hay gente que lo ha utilizado para dedicar más tiempo a entrenar y desarrollar aun más las propias capacidades, un famoso jugador de golf ensayaba sus golpes. O músicos que componen canciones, científicos que resuelven problemas…

También se utiliza en terapia, el potencial sanador de los sueños lúcidos es mayor que el sueño convencional ya que el sujeto en el propio sueño ya es muy consciente de su posible interpretación.

Pero sobre todo, yo diría que su mayor utilidad es replantearse la propia realidad, cuanto más real es el sueño más irreal es la vigilia. La frontera se difumina.

 

Frontera entre los sueños y la realidad

Si en el sueño parece claro que lo creo yo, en base a mis experiencias, miedos, deseos…¿No es lo mismo en la vigilia?
En el sueño, los escenarios y personajes que aparecen son caras de uno mismo, cómo interpreta y cree que son. Y en la vigilia, con diferencias, pero es lo mismo.

Uno ve el mundo con sus propios ojos, crea SU realidad, que sólo puede experimentar él mismo. Igual que el sueño.
Según se tienen sueños lúcidos se puede crear esa consciencia que se separa y observa la aparente realidad, lo que los hindúes y budistas llaman Maya.

Y algún día todos despertaremos.

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